Crítica:
Público recomendado: mayores de 13 años
Western con tintes de spaghetti protagonizado por uno de los líderes del género europeo, Lee Van Cleef. Protagonizada por un adolescente, la cinta se entronca dentro de las cintas de la época que trataron, desesperadamente, de revigorizar el género atrapando al público juvenil. Sin embargo es un western absolutamente crepuscular. El muchacho, que desea vengarse por encima de todas las cosas, logra, en un principio, reprimir esos instintos para dejarse llevar por ellos al final, lo que le cambia para siempre pues termina la película convertido en asesino.