Crítica

Público recomendado: +18

Venus es el segundo largometraje de The Fear Collection, un sello de cine de terror español auspiciado por Alex de la Iglesia que fue el que inauguró la colección con Veniciafrenia (2021). De la Iglesia ha asegurado que su nuevo selló pretende ser un refugio para los creadores españoles de cine de terror con un marcado carácter «cósmico», momento en el cual resulta inevitable sacar a relucir el nombre de H.P. Lovecraft. Se trata de un escritor norteamericano muy popular entre los amantes del género que, resumiendo mucho, podría ser entendido como el hermano pobre de Edgar Allan Poe, más contemporáneo, pero también, peor considerado por los estudiosos de la literatura universal. Todo esto tiene su explicación, pero este no es el momento ni el lugar.

La cuestión es que Venus, está inspirada, no por casualidad (y ahora deberíamos entender por qué) en un relato de Lovecraft, Los sueños en la casa de la bruja. Eso sí, sus responsables reconocen que al final, del original literario ha quedado más bien poco en la película. Y no me extraña. Lovecraft siempre ha tenido una relación complicada con el cine. Sus mejores adaptaciones nunca han sido las que se han basado en sus relatos de forma directa sino las que los han utilizado como inspiración de fondo como fue el caso de Alien (1979), La cosa (1982) o incluso En la boca del miedo (1994).

Es por esta razón que Venus, como adaptación de un relato de Lovecraft fracase, aunque podamos husmear sus referencias. En cambio, el film dirigido por Jaume Balagueró funciona más como uno de sus habituales y excesivos divertimentos de horror, sangre y nihilismo profundo. Ni que decir tiene que la película podría herir a un buen puñado de espectadores, si uno no tiene cuidado con lo que va a ver, a tenor de su uso y abuso de las drogas y la violencia.

Por lo demás, Balagueró se las arregla muy bien para construir una cinta que no es apta ni para la mitad de todos los públicos pero que, para el resto, disfrutaran sabedores de que están siendo trasladados a un conjunto dentro del cine de terror que conocen a la perfección. Venus no es ninguna oda a la originalidad, pero funciona y lo hace porque sabe lo que es: un producto de consumo rápido sin demasiada trascendencia hundido en el particular, oscuro y desesperanzador universo de su director y principal responsable, Jaume Balagueró.