Crítica
Público recomendado: +12
En Viaje al paraíso los afamados George Clooney y Julia Roberts se reúnen de nuevo en la gran pantalla como ex marido y mujer. David y Georgia se odian mutuamente y no son capaces de compartir cordialmente el mismo espacio desde hace años. Excepcionalmente, la pareja de divorciados se une en una misión: viajar a Bali para evitar que su hija Lili, recién graduada en Derecho, se case con un joven empresario autóctono.
Esta nueva propuesta como director de Ol Parker (guionista de El exótico Hotel Marigold y su secuela, y director de Mamma Mia! Una y otra vez) constituye una comedia romántica al más estilo clásico con un más que predecible final que apuesta por el amor verdadero. No obstante, comparada con comedias románticas clásicas como Sucedió una noche (Frank Kapra, 1934), Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940), o Tú y yo (Leo McCarey, 1957), el desenlace feliz es prácticamente lo único que recuerda a esos espléndidos ejemplos.
Ciertamente, el film es deficiente en el apartado de la dirección y del guion. Los personajes están todos solamente esbozados, son demasiado esquemáticos, incluso cuando llegan los momentos de confesión en los que se ofrecen más datos, estos resultan insuficientes para entender e incluso justificar de dónde vienen y su evolución. Asimismo, la guerra dialéctica entre los padres protagonistas y los gags cómicos, a excepción de contadas escenas que ya salen el tráiler, resultan poco originales e incluso forzados.
Todo ello contribuye a que esta historia, de por sí sencilla, avance sin demasiada agilidad y descanse únicamente en el encanto que las dos estrellas de Hollywood y sus sonrisas mantienen, así como en el de las idílicas localizaciones (rodadas en Australia y no en Bali).
En este sentido, Viaje al paraíso sí que funciona: es agradable percibir cómo Roberts y Clooney realmente disfrutan trabajando juntos y, tras coincidir en Ocean’s Eleven (Steven Soderbergh, 2001), Confesiones de una mente peligrosa (George Clooney, 2002) y Money Monster (Jodie Foster, 2016) resulta novedoso verlos por primera vez como pareja romántica.