Movistar + ha tenido el acierto de traer una serie histórica como Victoria, escrita por la novelista Daisy Goodwin, que se ha basado en los diarios personales de esta reina de proyección internacional que gobernó en buena parte del siglo XIX. Esta producción de ITV, dirigida con maestría por varios directores, recibiendo el apoyo de la BBC, ha arrasado en el Reino Unido, obteniendo un 30 % de cuota de pantalla, lo que le ha servido para que ya se esté preparando una segunda temporada.
La actriz que da vida a esta reina con fama de cabezota y difícil de llevar ha sido la pequeña Jenna Coleman, recordada por su personaje en Dr Who, que está simplemente sensacional. Otro actor de gran peso en esta producción televisiva es Rufus Sewel en el papel de lord Melbourne, mientras que Tom Hughes da vida al príncipe Alberto.
Esta obra trata de ser fiel a la historia y muestra cierto rigor, acompañado por una buena ambientación y un vestuario de campanillas junto a un guión en el que no pueden faltar tanto lágrimas como sonrisas. El humor tan característico de los británicos queda patente en innumerables ocasiones.
La relación que se establece entre Victoria y lord Melbourne tiene una química especial porque se entienden a la perfección del punto de vista profesional porque le fue su leal consejero, a pesar de pertenecer a uno de los partidos políticos de la época. Hay una escena en la que parece que esa relación profesional se convierte en amistad y ambos confiesan sus miedos y dificultades. Durante un tiempo se rumoreó algo entre ellos, siendo cierto que ella estaba obsesionada con este señor.
En su reinado se percibe las preferencias por los Whigs y su desprecio por los Tories en una época que tenía fama de bandoleros, aunque gracias a unas reformas del político que lideraba a ese partido, el concepto de la reina, que como buen gobernante no debe mostrar preferencia por ninguno de los partidos, cambió.
La religiosidad de los personajes, aunque no abundan este tipo de escenas, están tratadas con mucho respeto a diferencia de las series españolas donde se deja en ridículo a los personajes creyentes, incluso en producciones de corte dramático.
Hay que prestar atención a la historia de amor de Alberto y Victoria, cuya relación de conveniencia se va transformando en amor verdadero, detalle realmente contrastable en el hecho en que la reina Victoria ordenara que en el traje rojo de militar de Alberto se bordara que una referencia a lo mucho que lo amaba. Merece la pena destacar el tema de la pureza de Alberto que no quiere ser infiel a la reina cuando uno de sus ayudantes le invita a un prostíbulo de lujo y este se limita a saber en qué consiste el acto sexual, apuntando los detalles en un papel, pero negándose mantener sus relaciones con esas mujeres por respeto a sus creencias y a su futura esposa.
Víctor Alvarado
Víctor Alvarado es Maestro de Educación Primaria e Infantil y Licenciado en Psicopedagogía. Máster en Publicidad. Suficiencia Investigadora de doctorado de Psicología del Deporte. Estudios de Teología en el Instituto San Pablo. Cursos de radio y televisión en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tiene una larga experiencia en educación. Dirige el programa de radio, Directo a las Estrellas, en Intereconomía (Castilla y León) y Radio Ya. Ha colaborado en Radio Inter y Esradio. Crítico de cine en Pantalla 90, Diario Ya y Páginas Digital. Es miembro del CEC.
Esta es su web: www.cineylibertad.com y, lleva más cerca de 10 años como bloguero de Cope, donde analiza el cine, los cómics y los libros desde una óptica antropológica y axiológica, atendiendo a todas las dimensiones del ser humano.