Últimas series
Hace años se produjo una transformación. Los vampiros se fueron convirtiendo en humanos, cada vez más humanos. Desde la literatura Anne Rice creaba a un existencialista Lestat en sus Crónicas Vampíricas. Las mini-series británicas están en niveles inesperados. Hoy voy a hablar de una de ellas, Utopía (2013-), de la que he visto la primera temporada, compuesta de seis capítulos de unos 50 minutos, y de la que ya espero con impaciencia la segunda temporada, que le ha sido concedida, según me he enterado, imagino que por el público. Todos recordamos El piano (1993), aquella historia extraña y obsesiva que rodó la neozelandesa Jane Campion, con Holly Hunter, oscarizada como protagonista, y con una niña llamada Anna Paquin, que se llevó la estatuilla a la mejor actriz de reparto, y que, poco a poco, se fue deslizando hacia trabajos menos artísticos y mejor pagados, como el de hacer de Sookie Stackhouse en la exitosa True Blood de la HBO. El 27 de febrero de 2012 se lanzó el DVD de la primera parte de esta serie y ha comenzado a emitirse en un canal de pago la segunda temporada. Zeppotron produjo tres episodios independientes y diferentes entre ellos, pero que pretenden hacernos reflexionar sobre las consecuencias que tienen para el hombre el mal uso de las nuevas tecnologías. Una de las cosas que está sucediendo repetidamente en nuestras ficciones sobrenaturales, que cada vez son más, es la humanización de los monstruos. Los vampiros ya se han normalizado como enamoradizos adolescentes. Los zombis andan camino de ello, como he comentado y argumentado en otras ocasiones. Se ha hablado por activa y por pasiva de la decadencia de lo político en la sociedad posmoderna. Parece que los asuntos públicos no eran la prioridad para un hombre que expande su intimidad más allá de las fronteras del yo invadiendo todo aquello que se deje colonizar. Walter White no es Walt Whitman, a pesar de que algunos policías los puedan llegar a confundir por compartir con el poeta las siglas WW. Walter es más bien de ciencias, es doctor en Química y es el protagonista de una de las mejores series de esta época dorada de la ficción televisiva. La BBC se caracteriza por su capacidad para crear proyectos televisivos de notable calidad como es el caso de Copper, una serie ambientada en la Nueva York posterior a La Guerra de Secesión Americana. La riqueza dramática de las teleseries contemporáneas está fuera de toda duda. Se ha dicho que vivimos en la edad dorada de la serialidad televisiva, y no faltan ejemplos para ilustrarlo.Series TV – In the Flesh: zombis contra el estigma social de las minorías
Series TV – Utopía: un cómic entre Tarantino y los hermanos Coen
Series TV – Top of the lake: una investigación sobre nosotros mismos
Series TV: Black Mirror
Series TV – “Les Revenants”: cadáveres exquisitos
Series TV – House of cards: la ascética del poder
Series TV – Breaking Bad, el despertar del sueño americano
Series TV: Copper
Series TV – En terapia: el espectador y su comunión en el dolor