Crítica
Público recomendado: +7
La serie, que ha cautivado tanto a seguidores como a curiosos de La Guerra de las Galaxias, tiene nombre The Mandalorian. Este producto televisivo de bella factura con aroma al género western también está siendo un éxito en venta y el merchandising funciona de manera espectacular, pues la mencionada figurita sobre el icónico personaje lleva agotada en jugueterías desde finales de noviembre mucho tiempo antes de la visita de nuestros queridos Reyes Magos.
La línea argumental es muy similar a la de la primera temporada, que sigue respaldada por el actor y director John Favreau. En ella, el misterioso Mandaloriano, protagonizado por Pedro Pascal, que ya se ha convertido en actor mediático en un breve espacio de tiempo, seguirá escoltando y trasladando al pequeño Grogu como si se tratase en un caballero cruzado que es fiel a su promesa, defendiendo un ideal.
Esta serie consta de 8 capítulos de unos 40 minutos de media, pues la duración de los mismos es irregular y depende del director de turno. Todos estos realizadores intentan que la producción guarde cierto equilibrio entre la acción y el drama con pequeños momentos de humor y ternura.
Otra de las claves es, como hacía el mismísimo periodista deportivo: José María García, el magistral juego de silencios queda patente, a pesar de la dificultad que conlleva. Estos detalles nos retrotraen a la figura de San José, salvando las enormes distancias, por su labor callada, pero de trascendental importancia. Por tanto, esta producción invita a reflexionar sobre el valor de la acogida, pues establece un vínculo entre el querido y conocidísimo bebé y el “Mandaloriano”, en un claro guiño a ET, el extraterrestre, libreto escrito por la escritora católica Melissa Matison, en la misma medida tanto en la forma como en el fondo.
La siguiente idea a tener en cuenta de este producto televisivo es la de la esperanza en una especie de mesías en esta space opera u opera espacial panteísta en la que se sustituye a Dios por las fuerza, que puede interpretarse como una metáfora de Dios al proporcionar esa fuerza especial que te puede llevar por el buen camino siempre que no haya rencor en tu corazón. El trabajo en equipo de varias personas (cada uno de su padre y de su madre) tendrán que limar diferencias para luchar juntos en la defensa del bien común y la libertad.
Como se observa, esta serie defiende una serie valores universales y está cargada de guiños cinéfilos a largometrajes de los años 80 como por ejemplo a los Gremlins en la escena de las arañas. El paralelismo con la serie V queda meridianamente claro en lo que se refiere al planteamiento nada ético de los villanos que utiliza a personas para crear, en este caso, soldados sin sentimientos o hacer con ellos experimentos científicos usando a las personas como si fuesen cobayas.
Víctor Alvarado es Maestro de Educación Primaria e Infantil y Licenciado en Psicopedagogía. Máster en Publicidad. Suficiencia Investigadora de doctorado de Psicología del Deporte. Estudios de Teología en el Instituto San Pablo. Cursos de radio y televisión en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tiene una larga experiencia en educación. Dirige el programa de radio, Directo a las Estrellas, en Intereconomía (Castilla y León) y Radio Ya. Ha colaborado en Radio Inter y Esradio. Crítico de cine en Pantalla 90, Diario Ya y Páginas Digital. Es miembro del CEC.
Esta es su web: www.cineylibertad.com y, lleva más cerca de 10 años como bloguero de Cope, donde analiza el cine, los cómics y los libros desde una óptica antropológica y axiológica, atendiendo a todas las dimensiones del ser humano.