Dixie y la rebelión zombi 
Público recomendado: Jóvenes
Hace tres años sorprendió gratamente la producción vasca de dibujos animados Papá, soy una zombi, divertido filme macabro que compensaba su pobre animación 3D con un guión ágil —que elogiaba el optimismo como actitud vital— y unos diseños sugerentes, que imitaban descaradamente los universos fantásticos de Tim Burton, sobre todo en películas como Eduardo Manostijeras o La novia cadáver. Se estrena ahora su continuación, Dixie y la rebelión zombi, mucho más decepcionante.
Aunque mantiene su apariencia gótica y desencantada, tras su espeluznante aventura en el Más Allá, la adolescente Dixie ha suavizado un poco su carácter rebelde y arisco, va superando el trauma que le causó el divorcio de sus padres y comienza a integrarse de nuevo en el instituto. Pero, justo entonces, sus viejos amigos zombies, Isis y Gonner, le informan de que la malvada Nigreda lidera una rebelión contra los mortales, cuyo objetivo es conquistar el mundo. Como portadora del mágico Azoth, sólo Dixie puede detenerla.
Como su predecesora, esta película se ve gravemente lastrada por una animación 2D demasiado limitada, pobre en fondos y movimientos. Con el agravante ahora de que su guion resulta enormemente fragmentado y confuso, y casi nunca entrelaza bien la tragicomedia juvenil con la trama de terror, ambas, bastante convencionales. Además, esta vez se acentúa el etéreo paganismo —muy Halloween— de sus propuestas de fondo, por lo demás positivas en su elogio de la amistad y el sentido del sacrificio.
Jerónimo José Martín
Ficha técnica:
Dixie eta matxinada zonbia
Directores: Ricardo Ramón y Beñat Beitia.
Guion: Daniel Torres. Productora: Barton Films / Abra Prod / ETB. Música: Manel Gil Inglada. Distribuye en cine: Barton Films.
España, 2014.
Duración: 83 min.