La mujer de negro 
Público adecuado: Jóvenes, Adultos.
A todo buen aficionado al cine de terror le agradará ver antes de los créditos de La mujer de negro el logo de la Hammer, la mítica productora británica que nos ofreció una gran serie de clásicos del género entre los años 50 y los 70. Ahora ha vuelto a abrir sus puertas con esta contundente muestra de horror gótico. Este subgénero nació en la literatura inglesa del siglo XIX, y La mujer de negro cumple a la perfección con todas las constantes de dicha corriente.
Tenemos el esquema de un protagonista que procede de la gran ciudad de Londres en el racional siglo XIX, y que tendrá que acudir a un área rural, en la que aún subsiste alguna superstición, para enfrentarse a fenómenos que desafían su creencia en la razón. En último término, enfrentarse a estos hechos sobrenaturales le ayuda a superar algún trauma de su pasado. Es el mismo esquema de Sleepy Hollow, El hombre lobo y algunas otras historias del género.
Como en toda historia de fantasmas, la enseñanza final es que los vivos no deben obsesionarse con los muertos, con el pasado o los traumas vividos, ya que éstos pueden acabar dominándolos para siempre. Quizás en el caso de La mujer de negro se eche en falta un punto de esperanza, a pesar de que la idea de la trascendencia esté presente.
La película rezuma un clasicismo muy de agradecer en su puesta en escena: un romanticismo gótico con niebla, árboles desnudos, casas lóbregas y sombrías, colores apagados… sin estridencias en la realización, con mucho énfasis en el suspense, en la atmósfera, en la inquietud que crean las sombras y la que surge de la propia historia.
Es también de agradecer cómo el director utiliza dramáticamente los distintos escenarios, en especial la casa encantada, en medio de un páramo que debido a las mareas se convierte en una isla durante varias horas del día (poética y sugerente imagen).
Por supuesto, también cae en numerosos tics del género: el efectismo de buscar sustos a través del sonido y el montaje rápido de planos espeluznantes, pero todo ello dentro del ya mencionado marco de terror clásico.
La elección de Daniel Radcliffe como protagonista se justifica probablemente por su gancho para atraer al público más joven, y también porque el aire misterioso de la serie Harry Potter no desentona en absoluto con el papel que interpreta. El problema es, al igual que en la serie sobre el joven mago, sus limitaciones interpretativas, a pesar de que en esta película casi todo su cometido es aparecer asustado.
Además, los productores del film han sido lo suficientemente inteligentes para rodear a Radcliffe de un reparto muy competente de actores ingleses habituales.
Así pues, podemos concluir que estamos ante una película que cumple con creces lo que se espera de una muestra del género de terror, con una puesta en escena elegante, una factura impecable y una historia que no profundiza en los temas que toca, aunque tampoco lo pretende.
Federico Alba.
Ficha técnica:
The Woman in Black (Reino Unido, 2012)
Director: James Watkins.
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Janet McTeer, Ciaran Hinds.
Duración: 95 minutos.
Género: terror.