Crítica:

Público recomendado: Adultos S

Premonición (Solace) es un thriller que conjuga intriga, acción y algunas sorpresas más dentro de un mismo relato.

Protagonizada por Anthony Hopkins, la cinta trae el caso de un asesino en serie con métodos perversos y meticulosos, cuya pista siguen los agentes del FBI.

Con el pretexto criminalístico, la película trae la historia de John, un hombre capaz de predecir acontecimientos y de visionar pasado y futuro de personas al mantener contacto con ellas. Esta capacidad sobrenatural va guiando la trama, dirigiéndola hacia otros cauces más interesantes que la historia en sí misma: debates morales tan intensos como puede ser el tema de la responsabilidad del hombre ante las vidas de los otros. Si tuvieras un poder que te permitiera predecir cómo será la vida de otro, ¿harías algo para mejorarla?
Además, plantea un debate entre el alcance y la importancia de ciencia y espiritualidad, planteándolo como dos campos enfrentados y, al mismo tiempo, correlacionados.

Solace cuenta con una dirección que combina estilos convencionales y más experimentales, creando un relato muy atractivo a nivel visual y puramente narrativo. En ocasiones, sin embargo, la película se desarrolla, sin embargo, con una ejecución menos precisa, más “a la ligera”, que rascan en cierta medida el podio a la perfección. Quitando estas impurezas, el relato construido resulta ciertamente interesante, y mantiene el interés vivo durante toda la película. Incluye un tono macabro y visceral que puede resultar desagradable y escenas de contenido sexual explícito.

Con tintes de la ya clásica Seven de Fincher y un aroma a True Detective (respaldado también por la presencia del protagonista de su segunda temporada), incluyendo intriga, acción y planteamientos metafísicos, Solace es una acertada elección para pasar un buen rato y para abrir preguntas interesantes.