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Si de Verdad quieres

Si de Verdad quieres

Público recomendado: Jóvenes y adultos 

Kay (Maryl Streep) y Arnold (Tommy Lee Jones) llevan más de 30 años casados, a pesar de ser una pareja que parece feliz y de llevar una vida tranquila y agradable, su matrimonio carece de intimidad. Dispuesta a recuperar “aquello que tenian”, Kay inscribe a la pareja en un curso intensivo para matrimonios.

He de reconocer que cuando acudí al cine a ver la película iba preparada para cualquier cosa pues conozco  otros trabajos del aclamado director David Frankel, quien además de dirigir grandes éxitos como El Diablo Viste de Prada o Un gran año, ha dirigido para televisión series como El Séquito o Sexo en Nueva York.  El mero hecho de situar a Maryl Streep y Tommy Lee Jones en un escenario dramático como el de Carrie y sus cinco amigas, me producía un poco de pavor. Dicho esto he de decir que la película me parece una estupenda reflexión sobre la intimidad marital.  

El guión tiene un buen ritmo que arranca risas a la vez que es capaz de conseguir que el espectador comprenda la seriedad del problema al que los protagonistas se enfrentan. A lo cual contribuye la genial interpretación tanto de Maryl streep, que con apenas palabras y desde la primera secuencia nos muestra a una mujer infeliz pero decidida, como Tommy Lee Jones que da una nuevo giro al papel de marido distante y poco cariñoso. Lejos de caer en el tópico del bueno y el malo, de la víctima y el culpable, el guión nos muestra con tacto- a veces de un modo más explicito y otras simplemente con secuencias inacabadas-  las vicisitudes de un matrimonio cualquiera que ha perdido la chispa, o como bien dice Kay “la ilusión” de saber que les quedan muchos años juntos por delante.  Un matrimonio como el de tantos.

Podría parecer que la película se centra en la relación sexual de la pareja pero, lejos de eso, el sexo se muestra finalmente como una consecuencia de otros niveles de intimidad. La dificultad que la pareja tiene para comunicarse, para “darse a conocer”  impide cualquier tipo de interacción física. Este es el punto clave de la película, que la diferencia de otras tantas. Tratar el sexo como la consecuencia y la culminación de una intimidad y un compromiso previo, pero también  saber darle la importancia que tiene dentro de una relación, sin llegar a banalizarlo o convertirlo en algo sucio. Mostrar que el matrimonio va más allá del compartir tiempo, cuantas bancarias y deberes. Se trata también de saber que uno ya no se debe solo a sí mismo, los sentimientos tampoco pertenecen ya solo a uno y por tanto comunicarlos es una responsabilidad más. La importancia de tener al otro en cuenta y de esos pequeños sacrificios que tienen grandes resultados. Esto no significa olvidarse  de uno mismo, y la película también aclara lo vital que es tener espacio y tiempo para estar por separado.

El guión tiene otros momentos narrativamente interesantes, como las referencias cinematografías que acentúan la situación emocional en la que se encuentran  los personajes. Así podemos ver de fondo en la televisión a Arnold viendo El Motín de Caine justo cuando cree que su mujer está empezando a sufrir los trastornos emocionales provocados por las hormonas, La Cena de los idiotas en un momento especialmente esperpéntico de la película o la serie de televisión Loco por ti  que narraba en tono de humor las aventuras y desventuras de una pareja de recién casados.  Fíjense también en el sofá y en la distancia que les separa en cada momento.

Tal vez el valor de esta película no este solo en detectar los problemas  de tantos matrimonios, sino más bien en decantarse por la lucha, por el hacer todo lo que esté en nuestra mano por arreglar lo que está roto. En este sentido, dista de tantas otras donde el divorcio o la separación se plantean como las opciones más heroicas.   Estamos en la era de las terapias y las consultas, de los divanes y las salas de espera, pero son pocos los que toman la dura decisión de acudir a terapia de pareja. En este sentido la película no deja de ser un empujón,  que muestra la dureza de una terapia matrimonial, al igual que sus frutos y es que nadie dijo que fuese fácil, sólo que merecía la pena.

Pino Smith

 

Ficha técnica:

Hope Springs, Estados Unidos, 2012

Director: Daniel Frankel

Intérpretes: Maryl streep, Tommy Lee Jones, Steve Carrel.

Distribuidora:

Duración: 97 min

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