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Ad Astra

Caratula de "Ad Astra" (2019) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: Jóvenes

El subgénero de la carrera espacial y la conquista del espacio ha dado un buen puñado de películas de un altísimo nivel como Elegidos para la gloria de Philip Kaufman, Gravity de Alfonso Cuarón, Interestelar de Christopher Nolan, Marte de Ridley Scott, Figuras ocultas de Theodore Melfi o la más reciente, First man de Damien Chazelle y  tenemos que decir que casi todas ellas son obras maestras y por eso la citamos.

La nueva apuesta de esta temporada ha sido Ad Astra, dirigida por James Gray, que ha contado con el guaperas Brad Pitt y el extraordinario actor, especializado en papeles de pícaro, Donald Sutherland junto al veterano Tommy Lee jones. Tenemos las declaraciones de su director a Fotogramas que dan a entender la profundidad que ha querido imprimir a esta producción: “Las historias de padres e hijos siempre me han conmovido mucho y motivado en todo lo que he hecho y eso es muy obvio en esta película”.

Esta producción consta de dos tramas que se entrelazan; una que habla sobre una amenaza que se cierne sobre la tierra por lo que un astronauta será el encargado de intentar salvar el planeta, mientras busca a su padre desaparecido por esa causa.

El citado cineasta ha creado una historia, cuya primera parte te atrapa tanto por su espectacularidad como su capacidad introspectiva. Sin embargo, aunque la segunda parte explica con claridad el modo en el que se debe sentir una persona en la inmensidad de la galaxia, esta realidad hace, por otra parte, que la última hora nos parezca insoportable, recordando en este sentido y muchos otros a 2001, Odisea del espacio, como ha reconocido el propio realizador.

En  contraposición con lo negativo, este largometraje analiza en profundidad la relación de un hijo de buen corazón, que supuestamente no ha querido tener descendencia para que no le echen de menos en sus largos viajes y un padre que, a pesar de haberle inculcado el sentido del deber y el valor del sacrificio para lograr lo que uno se proponga en la vida, se desentiende de la educación de su hijo en un largo periodo de tiempo. Esta historia es una especie de parábola de El hijo pródigo, pero al revés, en la que un hijo cariñoso no pierde la esperanza de perdonar a su padre y sufre por ello. Otro acierto de la cinta es que constata al ser humano como un ser social al que le afecta psicológicamente la soledad, pero que esa vivencia le ayuda a comprender, más tarde, la necesidad de amar y de sentirse amado, entendiendo que amar también consiste en llevar la cruz del otro y que el otro soporte tus cargas personales. Otro aspecto a tener en cuenta es que en este relato se deja claro  la necesidad del hombre de relacionarse con la trascendencia e incluso en uno de los vuelos espaciales, los tripulantes se encomiendan a San Cristóbal mediante una oración.

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