Crítica
Público recomendado: +13
Chinas es la nueva película de Arantxa Echevarría, ganadora de un Goya por Carmen y Lola en 2019, que presenta la vida de Xiang (Ella Qiu), una niña de origen chino adoptada desde bebé por un matrimonio español de clase alta (Leonor Watling y Pablo Molinero); de Lucía (Shiman Yang), nacida en España de padres migrantes, propietarios de un bazar en el barrio de Usera, Madrid; y de su hermana adolescente, Claudia (Xinyi Ye).
Xiang es cambiada de colegio por problemas de adaptación y coincide en clase con Lucía, pero, aunque esta intenta que sean amigas, la primera le rechaza constantemente. Cada una de las niñas experimenta un problema de identidad ocasionado por sus raíces, que es precisamente lo que las aleja.
Xiang sabe que es adoptada y no conecta con sus orígenes ni tampoco con sus padres adoptivos y el mundo en el que siempre ha vivido; y Lucía, que sueña con ostentar una vida de niña española que celebra su cumpleaños en el Burger King y escribe carta a los Reyes Magos, está limitada por su ambiente familiar: sus padres no hablan español y quieren mantener sus costumbres y tradiciones chinas.
Claudia, por su parte, también sufre por la falta de integración de sus progenitores, que la sobreprotegen y no le dejan llevar la vida de cualquier adolescente occidental. Ellos quieren que les ayude en el bazar constantemente y que obtenga resultados brillantes en todas las asignaturas. Incluso le han buscado a un joven adulto chino con el que quedar con vistas a que se case con él. No obstante, Claudia acaba compinchándose con su “pretendiente” para poder ir de botellón y ligar con el chico que de verdad le gusta.
La película destaca por la frescura y naturalidad de los personajes, a los que la cámara sigue casi como si de un documental se tratase. Hay mucha verdad en los dramas que viven las 3 niñas, pero también en los que experimentan los progenitores. Tanto los padres de Xiang como los de Lucía y Claudia intentan aportar lo que consideran es mejor para sus hijas, dentro de sus entendederas y posibilidades. Todos ellos se encuentran angustiados al comprobar que las chicas no son felices y no saben cómo comunicarse eficazmente con ellas.
La película describe asimismo los entresijos de la vida detrás de un bazar, el racismo y xenofobia experimentado por los padres y por su prole, a pesar del mestizaje y de sus ganas de encajar. Claudia quiere ser como sus amigos y, por ello, aunque en el fondo no vaya con su forma de ser, se ve forzada a seguir las prácticas sexuales de sus iguales, que experimentan con juegos como “el muelle”.
Por otro lado, Chinas trata un tema algo tabú sobre las consecuencias de la adopción. El desarraigo y el trauma que esta genera en algunos adoptados y cómo el llegar a conocer a los familiares biológicos no constituye una garantía que lo resuelva.
Todas estas cuestiones, aunque ciertamente son interesantes y animan a reflexionar, quizás son también el punto débil de la película, cuyo guion acaba dando saltos de un asunto a otro, sin llegar a profundizar demasiado en ninguno de ellos.
Larissa I. López
https://www.youtube.com/watch?v=D-J6HbVjgic&ab_channel=Cinecon%C3%91