Crítica

Público recomendado: (+15)

Estrenada en plataformas

Vuelve el Fesser incorrecto, con una película con cuatro historias de tramas aparentemente sin pies ni cabeza, que terminan hilvanándose imprevisiblemente. Historias lamentables rebosa humor, a veces más sutil, a veces más grueso y siempre con las particularidades del Fesser gamberro, de lenguaje desbocado, música nostálgica y situaciones esperpénticas.

Un empresario a punto de jubilarse y de ceder su imperio empresarial a un hijo que no está a la altura y solo busca recuperar el sueño perdido de su progenitor; un tranquilo y maniático hombre de playa, amante del orden y de las normas, trata de regresar a su casa pero la tentativa resulta caótica y laberíntica; una historia protagonizada por un inmigrante explotado y degradado por una mujer áspera y herida y, finalmente, un timo en cadena a un triste empresario adicto al juego conforman las cuatro historias de la película que nos recuerda en algunos momentos al Fesser de Aquel ritmillo (1994) y El secdleto de la tlompeta (1995), pero sin la frescura impecable de aquellas historias.

Un ritmo disparatado, visual, de viñeta, aderezado con persecuciones, explosiones, frenazos, movimientos trepidantes de la cámara, con una crítica a nuestra idiosincrasia, con alguna -pocas- redundancia o situaciones predecibles. Personajes divertidos e imprevisibles. La película tiene una cuidada puesta en escena y una esmerada posproducción.

El talento de Fesser es innegable, crea muchas situaciones divertidas, a ratos desternillantes. El director busca la risa a costa de un lenguaje deslenguado y crudo, del eructo descomunal, la bofetada atómica, del feminismo machote, ese de te corto los h… Su humor se ceba con el hombre, la mujer, el inmigrante, el empresario, los banqueros, los chinos…, con chistes a costa de amenazas, abusos, intimidaciones… No deja títere con cabeza, bromea con situaciones lamentables, lo que le convierte en un artista de lo vulgar. Los amantes de su humor cruel disfrutarán con esta película de excesos, que resulta menos apropiada para los pequeños.

Se trata de una entrega entretenida, pero desigual; insolente, gamberra y despiadada. No es el sorprendente Fesser de Campeones, pero es Fesser, y sus seguidores disfrutarán con su exhibición en Prime Video.