Jimmy P 
Público recomendado: Adultos
“Cualquiera que está consigo en paz, estará en paz con los demás”, dice uno de los protagonistas de Jimmy P. en el filme del que es también coguionista el francés Arnaud Desplechin (Un cuento de Navidad, Reyes y reinas…), que habla de acompañar a otro para su curación psíquica. En ella sobresalen como icebergs algunos nudos impuestos por la religión católica en su protagonista principal, que el psicoanálisis intenta desanudar.
Es la culpa del que fuera un niño, Jimmy P. (Benicio del Toro: Salvajes, El hombre lobo, 21 gramos, Traffic, Oscar, 2000), que se activa con el accidente que sufre durante la Segunda Guerra Mundial, que le dejará secuelas dolorosas en su vida ordinaria y por las cuales será internado a su regreso a Estados Unidos.
Tras distintas pruebas le diagnostican una enfermedad mental, pero el equipo médico decide solicitar el parecer de un especialista externo al centro sanitario y recurren al antropólogo Georges Devereaux (Mathieu Amalric: Gran Hotel Budapest, La escafranda y la mariposa, Pollo con ciruelas…), especialista en etnias indias de Estados Unidos. Jimmy pertenece a una de ellas, los Pies Negros, por lo que decide implicarse en una terapia personal con el doctor.
Así, ambos empiezan el camino por el que Jimmy va enfrentándose con sus traumas infantiles mediante el psicoanálisis de Devereaux. Para éste buena parte de las heridas de aquel vienen infringidas por la moral católica a la que se ha visto sometido en su familia desde pequeño. Así, su relación con las mujeres y el descubrimiento de su sexualidad están mediatizados por castigos y por sucesos dolorosos vividos en su infancia y adolescencia.
Desplechin, que ha escrito al guión con Julie Peyr basándose en el libro Realidad y sueño del Devereaux real, coloca así el “sufrimiento del alma” -al decir del Devereaux de ficción- que padece Jimmy en esa práctica religiosa. El médico, por el contrario, esgrime un notable equilibrio mental, desprovisto de cualquier armazón religioso.
Aún siendo sutil, este planteamiento está presente en la película, en la que hay que valorar la cercanía y disposición del antropólogo para superar los obstáculos que aquejan a Jimmy y curarle.
Destacan también del filme las actuaciones de ambos protagonistas y un guión ordenado donde encontramos las claves –las que determinan Desplechin y Peyr- para entender la enfermedad del excombatiente. Por otra parte, es excesiva la utilización de términos técnicos en las sesiones que mantienen paciente y especialista, lo que dificulta su seguimiento a los neófitos en la materia.
Jimmy P. es un buen trabajo interpretativo y sería un digno exponente de cinta de enfermedades mentales, si no fuera porque es excesivamente complaciente con quienes “disfrutan” de un equilibrio psicológico, como en el caso del médico, apuntalado en un autoconocimiento que ha finiquitado todos los traumas. El doctor Devereaux parece vivir plácidamente en ese dominio (¿tal vez por ser un francés ilustrado?), pero a otros no les sucede por más que recurren continuamente al psicoanálisis, como nos demuestra en sus filmes el entrañable Woody Allen.
Enrique Chuvieco
Ficha técnica:
Jimmy P. Francia, 2013
Dirección: Arnaud Desplechin
Interpretación: Benicio Del Toro (Jimmy Picard), Mathieu Amalric (Georges Devereaux), Gina McKee (Madeleine), Larry Pine (Dr. Karl), Joseph Cross (Dr. Holt), Gary Farmer (Jack), Michelle Thrush (Gayle), Misty Upham (Jane), Jennifer Podemski (Doll).
Género: Drama
Duración: 117 min