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Pastoral americana

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: jóvenes y adultos

Ewan McGregor se estrena como director con Pastoral Americana, una adaptación de la novela de Philip Roth ganadora del Premio Pulitzer del mismo nombre, perteneciente a la conocida trilogía americana del autor, que complementan “Me casé con un comunista” y “La mancha humana”. La película fue presentada en la sección oficial de la 64ª edición del Festival de San Sebastián.

El actor británico da vida a Seymour Lvov, “el Sueco”, un hombre bueno y honrado, que parece haberlo conseguido todo: la admiración de su entorno –la comunidad judía de Newark- una mujer guapísima, y una vida deseable por cualquiera. Tan solo parece empañar su felicidad el hecho de que su única hija, Meredith, tartamudee desde su infancia. Aunque este hecho les conduzca a visitar a un psiquiatra que psicoanaliza a la pequeña para descubrir el porqué de su tartamudeo, este problema no parece ser en principio excesivamente relevante. La vida sonríe a Seymour hasta que Meredith “Merry”, empieza a acercarse al ala más radical de la izquierda norteamericana. A pesar de desarrollarse en la década de los 60, el tema es en muchos sentidos actual y se adhiere a una de las constantes temáticas del Zinemaldía, la emergencia de una violencia soterrada que emerge de manera brutal y repentina.

Nos encontramos ante una historia potente y dramática a la que McGregor sin embargo no consigue extraer todo el jugo. Si bien la película tiene ritmo y es correcta en líneas generales, no resulta completamente verosímil, debido fundamentalmente algunos fallos del guion de John Romano. La historia avanza a saltos excesivamente bruscos y prescinde de la sutileza narrativa que permitiría explicar la evolución de los personajes. El tono dramático del filme se rompe en ocasiones de manera poco oportuna, La tragedia contrasta con la presentación de algunas situaciones de manera algo exagerada  y en ocasiones caricaturesca –por ejemplo, la inicial felicidad de la pareja-, que merman un filme interesante y en general recomendable.

Las interpretaciones de Dakota Fanning y Jennifer Connely son excelentes pero están algo lastradas por el guion. La de Ewan McGregor es más plana y no logra conectar del todo con el espectador. Su personaje nos ofrece sin embargo uno de los aspectos mas positivos de la historia: la incondicionalidad de un padre que no olvida a su hija y lucha hasta el final por recuperarla. Por último, destacar que McGregor acierta plenamente al elegir a Alexander Desplat para componer la banda sonora.

 

 

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