Crítica
Público recomendado: +16
Todo queda en familia podría ser el titular en lo referente al equipo creativo de la producción en cuestión porque la cuñada de Christopher Nolan está casada lógicamente con Jonathan Nolan y los paralelismos de la cineasta Lisa Joy (creadora junto a su esposo de la potente serie: Westworld) con respecto al cine de su hermano político son más que evidentes.
El caso es que está realizadora debuta como directora y guionista con un thriller de un nivel razonablemente bueno, lo que le augura un buen futuro cinematográfico en el Hollywood de lo políticamente correcto y envuelto en la agenda globalista. El mayor peso dramático recae en el actor, Hugh Jackman, que saca el máximo producto a un personaje con ecos al cine negro de un tipo duro con alma sensible y cuyo trabajo viene respaldado por su compañera de reparto Rebecca Ferguson con la que coincidió en el musical: El gran showman.
El argumento gira en torno a un detective en un mundo post-apocalíptico de los que le gustan a Al Gore, que ayuda a sus clientes a encontrar objetos de un gran valor sentimental y de extraordinaria importancia para ellos, lo que guarda cierta relación con una obra maestra del cómic, titulada: Mort Cinder de Alberto Breccia y Héctor Germán Oesterheld. Lo cierto es que esta realizadora bebe tanto de las fuentes del cine negro americano y suenan los nombres de El halcón maltés o El sueño eterno, ambas protagonizadas por Humphrey Bogart donde no pueden faltar una femme fatale tipo Rita Hayworth en Gilda o Joan Bennet en La mujer del cuadro, así como a Vértigo del maestro del suspense Alfred Hitchcock y una producción más reciente titulada Análisis final, protagonizada por Uma Thurman, apoyándose, por otra parte, en El mito de Orfeo y Eurídice, al que aspiramos todas las personas, aunque en otro sentido, los que creemos en Dios y en la resurrección que es el de encontrarnos con nuestros seres queridos en presencia de Dios.
El ritmo de la producción es lento, pausado, aunque animado por unas cuantas escenas de acción que mantienen el interés, a pesar de todo da la sensación de que le falta algo difícil de explicar y la cineasta no termina de rematar por esta razón este largometraje no supera notable bajo. En el apartado técnico, esta directora domina el juego de luces y sombras, recordando en parte a algunas escenas de Orson Wells en Ciudadano Kane.
En cuanto a los valores que destila esta obra cinematográfica ( porque el alcohol y las drogas son una parte fundamental de la producción del género noir. No obstante, faltaría el humo de algún que otro cigarrillo y, en este caso, se cambia el clásico taxi amarillo, Checker Cab, por una barca tipo góndola en la ciudad de Los Ángeles con cierto aire a Venecia) el más llamativo es el de la lealtad de la secretaria del detective interpretada por Thandie Newton, pues a pesar de todo nunca abandona a su amigo. Otro punto fuerte de esta producción es su apuesta por defender a la infancia y su inocencia.
Finalmente, esta producción nos permite reflexionar sobre la idea de si es posible o conveniente vivir de los recuerdos del pasado en lugar de coger el toro por los cuernos, afrontando la situación por complicada que sea, mirando al futuro y sobre lo que se puede hacer cuando sabes que alguien te ama con todas las consecuencias.