Resacón 
Público recomendado: Adultos
Un inicio brillante, que paulatinamente va disminuyendo durante el metraje, es el comienzo de la tercera y última entrega de la saga Resacón en las Vegas, Resacón III, que de nuevo nos trae a los alocados miembros de la camarilla bajo la dirección también de Todd Phillips (Road Trip, Old School Starsky & Hutch y Proyecto X), esta vez en México y con la participación del señor Chow.
El relato se inicia con la muerte del padre del Alan (Zach Galifianakis), hecho que agudiza su depresión. Una reunión familiar, a la que asisten también los amigos de correrías del excéntrico barbudo: Phil (Bradley Cooper: Sin límites, El lado bueno de las cosas, El ladrón de palabras), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) convencen a Alan para que pase una temporada en una clínica de descanso. Para evitar que se eche atrás, deciden acompañarle los colegas de desparrame y juntos inician el viaje. En un momento del trayecto, les asaltan unos individuos comandados por un mafioso (John Goodman: Arizona Baby, Los Picapiedra, El gran Lebowsk, Beyond the sea, Argo, El vuelo), quienes retendrán bajo amenaza de muerte a Doug, hasta que el resto atrape al señor Chow (Ken Jeong), quien ha robado a la banda un importante cargamento de oro.
A partir de aquí, se recrudece la acción y el humor surrealista y, a veces, de trazo grueso, sobre todo por parte del señor Chow y de Alan. Éste último continúa sus disquisiciones extemporáneas e inmaduras de anteriores entregas, que son señas de identidad de Hollywood en buena parte de la última producción de sus comedias, y que tantos beneficios sigue dando ala Fábricade Sueños.
Este modo bufonesco de abordar las cuestiones cotidianas tiene sus referentes en genios de la talla de Groucho Marx, Woody Allen y el propio Tarantino, más sofisticados e inteligentes, que las consideraciones de Alan y del señor Chow, éste con un perfil más violento y zafio que áquel, elevado muchas veces a la categoría de estrambótico.
Con todo, Resacón III tiene algunos notables momentos cómicos (la declaración de Alan a la dueña de un bar), sustentados en un guión irregular donde todo se hace posible por las intervenciones, mayormente, de los anteriormente mencionados. El filme reúne también momentos de buen cine, no en vano Todd Phillips, también coguionista, es un reputado actor y productor (Vanity Fair, le considera uno de los hombres más influyentes de Hollywood), provocando guiños y sugerencias de imágenes cargadas de simbolismo (el recorrido nocturno en parapente del señor Chow por Las Vegas o la fuga de éste de una cárcel de Birmania, aderezando un motín en el penal con una pieza polifónica clásica). En este sentido, otro acierto es la banda sonora de Christophe Beck que imprime un ritmo narrativo muy fresco, sin el cual algunas escenas y diálogos hubieran quedado suspendidos entre los recovecos de la indiferencia.
La saga ha tenido un apabullante club de fans, por lo que esta cinta que cierra la trilogía de los gamberros maduritos será vista con placer y seguramente suba al cajón de las más taquilleras. Incluso podrá engrosar la lista de seguidores con otros que no han visto anteriores entregas, porque vivimos tiempos económicos de demasiadas estrecheces como para no engancharnos a “pelis” en las que no haya que pensar. Sí es así, no duden ir a verla, pero más allá de eso –que no es poco- no esperen satisfacciones más duraderas, incluso en el terreno tan necesario de verle a la vida y a nosotros mismos su lado más risible.
Koldo Cortés
Ficha técnica:
The hangover – Part 3
USA, 2013
Dirección: Todd Phillips.
Género: Comedia. Interpretación: Bradley Cooper (Phil), Zach Galifianakis (Alan), Ed Helms (Stu), Ken Jeong (Sr. Chow), Justin Bartha (Doug), Heather Graham (Jade), Mike Epps, Jamie Chung (Lauren), John Goodman, Mike Tyson, Jeffrey Tambor (Sid).
Duración: 105 minutos
Género: comedia