Crítica

Público recomendado: Jóvenes

Llega a nuestras pantallas con algo de retraso (debido a la adquisición de Fox por parte de Disney) este biopic de J.R.R. Tolkien, autor de El Hobbit y El señor de los anillos. La película se produjo sin el beneplácito de la familia del autor, que tampoco han apoyado su estreno, y si uno conoce la figura de Tolkien, puede imaginarse por qué.

Tolkien se centra en los años de infancia y juventud del escritor, desarrollando en particular su historia de amor con la que sería su mujer, y el círculo de amigos que formó durante su adolescencia. Todo ello narrado en flash-backs que pivotan sobre las experiencias de Tolkien en la I Guerra Mundial. También se presta especial atención a su interés por las lenguas, que le llevó a crear algunas propias.

Sin duda el mayor gancho comercial que se podría esperar de una película como Tolkien es que nos contara la creación de la monumental El señor de los anillos, su publicación, las repercusiones en la vida de Tolkien, quizás su relación de amistad con C.S. Lewis (autor de otra saga fantástica, Las crónicas de Narnia)… Nada de eso encontrará el espectador en la película de Karukoski. Tolkien no empieza a escribir El Hobbit hasta el último minuto de película, de hecho. Esto no quiere decir que los autores hayan renunciado a usar la conexión con la magna obra de Tolkien, ya que en determinados momentos se establecen relaciones entre vivencias del joven autor con su futura novela (por ejemplo, en la guerra los lanzallamas de los alemanes se convierten por momentos en el dragón Smaug). A decir verdad, estos guiños parecen más que nada un recurso para mantener el interés del espectador en una historia y unos personajes que no acaban de enganchar por sí solos.

Tolkien está rodada con solvencia académica, tiene un reparto competente y maneja un presupuesto suficiente para permitirse una buena ambientación, música y fotografía. Pero carece de fuerza, personalidad y ritmo, llegando a hacerse algo aburrida. Caben destacar además ciertas carencias en lo que se refiere al acercamiento a la figura de Tolkien. El catolicismo del autor es un factor fundamental tanto en su vida como en su obra, llegando a impregnar el punto de vista moral de El señor de los anillos. Este biopic no solo pasa de puntillas por dicho aspecto, sino que llega a contraponerlo como un obstáculo en un determinado momento de la historia, dando así la vuelta a la verdad histórica. No es de extrañar, pues, que la familia Tolkien haya querido desautorizar la película de forma tajante.

El joven y talentoso actor Nicholas Hoult hace un loable esfuerzo por dotar de vida a su personaje, pero las herramientas de las que le dota el guion y la dirección son escasas, con lo cual suma otra biografía de un famoso escritor a su particular lista de
decepciones profesionales (ya interpretó a J.D. Salinger en Rebelde entre el centeno). Esperemos que este traspiés no impida que en un futuro el cine se aproxime a la vida de este importante autor con el respeto y la calidad artística que merece.