Las ovejas no pierden el tren
Luisa y Alberto se han visto obligados a irse a vivir al campo, pero la idílica vida rural enseguida empieza a mostrar su cara menos amable. A pesar de que la pareja no atraviesa por sus mejores momentos, Luisa está
Luisa y Alberto se han visto obligados a irse a vivir al campo, pero la idílica vida rural enseguida empieza a mostrar su cara menos amable. A pesar de que la pareja no atraviesa por sus mejores momentos, Luisa está
Álex y Virginia, una pareja con planes de boda, compran un piso sobre plano a las afueras de una gran ciudad. Reúnen todos sus ahorros para pagar la entrada, más una hipoteca a cuarenta años. Cuando sólo faltan unos meses