Otro trabajo del prolífico Alexandre Desplat, del que ya hablamos el mes pasado a propósito del estreno de Argo. Su nuevo trabajo nos parece aún mejor. Y supone un cambio de registro con respecto a aquel en su segunda incursión en una película infantil y la primera en el género de la animación, un terreno no explorado hasta ahora por el compositor. De hecho, para muchos entusiastas de la música de cine supuso una gran sorpresa y causó expectación la elección del compositor francés para esta película tras su primer intento en el género infantil con La brújula dorada. Recordemos que fue una gran composición en sí misma, pero que no acabó de funcionar bien en pantalla para el público infantil y a la que muchos tildaron de demasiado compleja.
El resultado es, en este caso y de nuevo, una delicia para los oídos. Como es lógico, en esta película deja de lado su faceta más intimista de El curioso caso de Benjamin Button, El discurso del rey o El árbol de la vida, para dar rienda suelta al desarrollo orquestal y a una excentricidad que hasta ahora desconocíamos. Queda algún vestigio de introversión en el primero de los dos temas principales de la grabación, que se introduce en “Dreamsand”. Un tema con una frase musical portentosa, pero cuyo desarrollo no lo es tanto. Un tema que servirá de punto de partida para el desarrollo de la canción “Still Dream” en los créditos finales. Por cierto, la canción está maravillosamente interpretada por Renee Fleming a la que recordamos de El Señor de los Anillos: el retorno del rey. El resultado no es soberbio, pero resulta. En parte por seguir las pautas marcadas por el maestro Alan Menken para este tipo de composiciones.
Pero pronto ese estado melancólico da paso al segundo de los temas principales de los Guardianes con “Walk Thru Jack – Title Card” y, sobre todo, en “Calling the Guardians”. Un tema que absorbe toda la carga épica de los mágicos protagonistas en una marcial sucesión de acordes repletos de viento metal (trompetas, trompas, trombones, saxos,…) a ritmo de sonoros timbales que le agregan todavía un poco más de peso. Parece que Desplat coge lo mejor del catálogo de trabajos que hicieron James Horner y John Williams en los años 90, y toma ciertas dosis de orquestación de John Powell para Cómo entrenar a tu dragón, aunque no alcanza ese nivel.
Más adelante escucharemos diferentes versiones de este tema con otros instrumentos y variaciones al piano (el recurrente piano de Desplat) o con la cuerda de violines y chelos en la genial “Sleigh Launch”. Ésta última, un prodigio rítmico al servicio de la típica escena de “acción” infantil. Repleta de alusiones melódicas a otros trabajos para los más pequeños, pero todas con ese toque tan típico de Desplat basado muchas veces en la complejidad de sus composiciones (sus armonías son tremendamente diabólicas).
Dentro del desarrollo sinfónico principal, encontramos otros temas secundarios dignos de mención. Todos desarrollados en torno a Jack Frost, como la preciosa “Alone in the World”. Idea que alcanza mayor fluidez y versatilidad con el ritmo marcado por la percusión en “Wind Take Me Home!”. Otra perla de regalo para una banda sonora extraordinaria, que supera con mucho su anterior trabajo en La brújula dorada. A partir de ahora nadie podrá cuestionar la capacidad de Desplat para crear y transmitir sentimientos en el género infantil.
Francisco Arellano Codesido
Ficha técnica:
(Rise of the Guardians, EE.UU., 2012)
Compositor: Alexandre Desplat
Sello: Varèse Sarabande
Duración: 68 min.