Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Cantando bajo la lluvia

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +12

La estructura de un musical y sus elementos narrativos y estéticos han sido estudiados por muchos teóricos de género, entre ellos Rick Altman. Un musical tiene estructura dual, dice Altman (en The american film musical), pues «cada segmento debe ser entendido no en términos de los segmentos con los que se relaciona casualmente, sino en comparación al segmento del cual es paralelo». Es decir, mientras la estructura convencional se puede representar como A –> B –> C, una escena se lee con la siguiente inmediata, en el musical americano en cambio es A/B, C/C’; las escenas deben verse como un set de dos, contextualizar una de uno de los protagonistas con la del compañero, pues una no corresponde con la siguiente inmediata sino con la que haga juego con el otro protagonista.

Con esta estructura, la función en la sociedad del musical pareciese ser hacer evidente que términos opuestos puedan ser concordantes en lugar de ser excluyentes. Muchos musicales utilizan a una segunda (o tercera o cuarta) pareja para darle respiro a la protagónica, y mantiene el dualismo mediante números musicales en dueto o solo (este último por lo general presenta a un solo sexo, un intérprete o muchos, y debe haber un solo que complete al del otro sexo). La sexualidad es un rasgo importante; por lo general el baile funciona como juego previo o representa el acto sexual, asunto conveniente para el Código Hays de censura de la época. Y sentencia Altman: en el musical americano la pareja es la trama. También se trata del más puro de los géneros ya que no está comprometido con realismos históricos, sociales o actorales: crea una convención hermética que es puramente propia, además de estar denominado a partir de su modo de ejecución (y no su materia a tratar –el western, el bélico– o su efecto en el espectador –cine de terror–).

Como El crepúsculo de los dioses, Cantando bajo la lluvia también es una película sobre el cine. El que películas como estas existan indican que ya el cine ha llegado a un momento de su historia, con apenas poco más de cincuenta años, en el que puede empezar a hablar de sí mismo. En Cantando bajo la lluvia se trata de la transición del mudo al sonoro y todo lo que esto conlleva, como el doblaje. Resulta muy irónico que Jean Hagen (Lina) doblase a Debbie Reynolds (Kathy) en la escena en la que Kathy dobla a Lina, por ejemplo.

La historia difícilmente puede ser más sencilla: una chica novata conoce a un chico estrella de cine y se enamoran. Los números en esta película de la unidad de Arthur Freed de la MGM son de los más memorables de la historia del cine. Make ‘em laugh, el solo magnífico de Donald O’Connor en el que se trepa por las paredes y golpea con todo alrededor como una caricatura para hacernos reír a la mejor manera del slapstick; Good morning, el trío de los protagonistas donde la primeriza Debbie estuvo a la altura de los veteranos tras muchísimas lecciones de Kelly; Gotta dance, el número onírico con Cyd Charisse, la de piernas esculturales; Moses suposes, la única canción escrita específicamente para la cinta donde el dúo O’Connor-Kelly demuestra sus habilidades de danza; y Singin’ in the rain, el solo más famoso del cine, en el que Don revela estar enamorado de Kathy y le tiene sin cuidado el chaparrón. Este número no solo cuenta con uno de los bailarines de mayor destreza en el mundo musical, sino que tanto la letra de la canción, su música y la manera en la que la secuencia fue fotografiada se conjugan en un trabajo hermoso e irrepetible (literalmente: al parecer la primera toma fue la única pues Kelly estaba resfriado).

Hay una razón por la cual Cantando bajo la lluvia es, independientemente del género al que pertenece, una de las mejores películas de la historia del cine: está llena de energía, encanto y alegría por el cine y la vida. What a glorious feeling, I’m happy again, dice la canción que da nombre a la película, y así se siente cada vez que se ve.

Narcisa García

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad