Crítica

Público recomendado: +16

Elena es una joven que ha quedado tetrapléjica tras un accidente de coche. Su padre la lleva a una casa de campo que ha preparado para que ella pueda tener cierta autonomía. También ha adiestrado a un perro para que le ayude en ciertas operaciones. Pero Elena no tiene ganas de vivir y está llena de rencor. Los acontecimientos que van a suceder en la casa le obligarán a replantearse muchas cosas de su vida y a perdonarse a sí misma.

Paula del Río interpreta con fuerza este papel de protagonista absoluta en una cinta difícil de catalogar desde el punto de vista del género. Por un lado, se podría ver como una película de terror con hondura antropológica, lo que la convertiría en un excelente ejemplo de ese tipo de cine. Pero también se puede ver como un drama atravesado de elementos de thriller y de terror. Vista así, puede resultar un tanto excesiva. En cualquier caso, se trata de una cinta talentosa, que con poco presupuesto, y con un limitado perímetro de espacio y tiempo, nos cuenta una desgarradora historia humana en la que el amor y el perdón tienen la última palabra. Pero por fin, también la película se puede ver como una más que trata el tema de la enfermedad, y lo hace desde una perspectiva radical, el del sentido de la vida.

El cortometrajista José Luis Montesinos debuta en el largo con esta historia que tiene muchos retos para un realizador, dadas las condiciones escénicas de la trama. Rodar una historia con una chica en silla de ruedas, encerrada en una casa, y con el coprotagonismo de un perro que se transforma en un letal antagonista, no tiene nada de sencillo. Sin duda, una cinta interesante, para amantes del drama claustrofóbico.