Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Dune: Parte dos    

Crítica

Público recomendado: + 13

 

 

Llega la segunda parte de la que puede convertirse, con el tiempo, en una de las mejores sagas de la historia del cine. Es cierto que aún queda mucho por ver, pero ya tenemos suficientes datos: una historia poderosa y universal, un elenco de actores soberbio, un uso de la técnica exquisito pero, sobre todo, una narración del “tiempo” profunda y muy humana. Eso sí, con un ritmo lento para el mainstream comercial, pero con un subfondo que, con la mínima atención sincera, logra atraparte a pesar de sus casi tres horas de duración.

Tras lo ocurrido en la primera parte en el planeta Arrakis, el joven Paul Atreides comienza un viaje espiritual al mismo tiempo que se integra con los Fremen, los nativos del lugar. Tras el asesinato de su padre todos le dan por perdido y él teme que la profetizada Guerra Santa en su nombre, se cobre todas las vidas que ha soñado. La tratará de evitar por todos los medios posibles.

Ambientada en el año 10.190, en un universo espacial con viajes estelares en donde aún queda patente la lucha entre el poder, la polaridad clásica entre amor-odio y la influencia y pertinencia de la fe. La posibilidad de que Paul sea el Mesías esperado, el Elegido que salve al pueblo del sometimiento, es clave en la estructura tanto del guion como del alma de la película; y esto lo acerca a personajes tan memorables como Neo (Matrix), Jake Sully (Avatar) y, más al fondo, a ese simbolismo cristiano tan interesante. Eso sí, el planteamiento de la “fe” como forma de conocimiento (sueños, brebajes tipo andinos) y como instrumento político para manipular al pueblo, le dan esos matices supersticiosos que enriquecen la lucha interna del protagonista. Pero como se dice en la propia película, no se trata solo de una profecía sino de la historia de un pueblo.

Esta coproducción entre EE.UU. y Canadá, rodada en varios países del mundo, cuenta con un aspecto técnico de gran nivel, como bien demuestran las seis estatuillas doradas de su antecesora Dune (2021) y sus diez nominaciones. La huelga de guionista de Hollywood ha provocado que Warner y Legendary retrasaran el estreno de esta secuela, lo que ha provocado que salga de las quinielas de los premios Oscar de este año. La precisión y detalle del sonido, unos impactantes efectos especiales, un gran diseño de producción, una envolvente banda sonora (éxito de ventas), pero, sobre todo, un montaje y una fotografía que rozan la perfección; de hecho, cada plano es un cuadro de arte cuidadosamente planificado. Amen de la colaboración en guion de Jon Spaihts (Dr. Strange, 2016).

El director, Denis Villeneuve responsable de películas como La Llegada vuelve a jugar con maestría narrando el tiempo; presente, pasado, pero, sobre todo, futuro (y presente, otra vez). Como dirían los griegos el tiempo no es solo una máquina lineal que arrasa con todo y no se detiene (Chronos), el tiempo no son solo arrugas inevitables; el tiempo es también lo eterno en este mundo (Aidión), es la belleza de un atardecer o el enamoramiento (como le ocurre al joven Paul Atreides). El tiempo es también oportunidad, lugar y espacio indicado (Kairós), ese momento oportuno y providencial en donde ocurre todo, o mejor dicho donde lo terreno y lo divino se cruzan (Aion). Aquí entraría la trama de las Bene Gesserit, esa organización sagrada con influencia social, política y religiosa. El uso de habilidades mentales (tipo Jedi, de Star Wars), y su casi obsesión por planificar (controlar) el Universo. Y todo esto, lo hace Villeneuve con una hermosa lealtad a la novela original de Frank Herbert y con un estilo que recuerda en intensidad escénica a Tarkovski en un drama shakesperiano de corte mesiánico.

En definitiva, estamos ante una de las mejores propuestas de la década que ya tiene confirmada su tercera parte para 2026, por supuesto bajo la batuta del entusiasta y apasionado (según dicen los actores) Denis Villaneuve. Si gustan de buen cine, futurista pero con cierto olor a desierto (Lawrence de Arabia, Sergio Leone); un cine pensado con densidad y ligereza al mismo tiempo, no dejen de verla. Por cierto, en esta segunda entrega hay más acción que en la primera, con un climax que impresiona y deja con ganas de más.

Carlos Aguilera Albesa

https://www.youtube.com/watch?v=6OmJF6VjKMAç

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad