Crítica:
Público recomendado: Todos
Tercera colaboración entre el director George Roy Hill y Robert Redford (además de Dos hombres y un destino y El Golpe) que dio por resultado una de las más encantadoras películas sobre los locos años 20 en el que es, además, uno de los más preciosos retratos del final de un tiempo y el principio de otro. Drama ambientado en el mundo de la aviación que trata, en realidad, sobre la soledad de un hombre que tiene que aprender a vivir fuera de un mundo que no acepta. Pero además hay en ella una interesante irreflexión sobre la superlación, la mentira y la pérdida de la inocencia.