Público recomendado: Adultos
El cineasta neozelandés Lee Tamahori, director de películas tan dispares como Mullholand Drive, El desafío o la última entrega de James Bond que interpretó Pierce Brosnan (Muere otro día), se pone al frente de una singular producción de los Países Bajos sobre el doble de Uday Sadam Hussein, hijo del dictador iraquí. La película, que mezcla ficción y realidad, dibuja un terrible boceto del régimen de Hussein, de sus brutales costumbres, y sobre todo hace un retrato demoledor de Uday Sadam Hussein, un psicópata que permanentemente oscila del sadismo a la adicción al sexo, de la cocaína al alcohol, aderezado de un narcisismo galopante.
Cuando Latif, un soldado iraquí, es obligado a hacer de doble de Uday debido a su sorprendente parecido físico, y se introduce en la vida palaciega del heredero, se encuentra con un mundo delirante sin perímetros morales. El hijo de Sadam secuestra colegialas para drogarlas, violarlas y matarlas; cuando ve una mujer que le gusta, casada o soltera, mayor o menor de edad, la viola sin más; cuando alguien le aíra, le mata, aunque sea en público. Su impunidad es absoluta. Le rodea odio y miedo. A Latif le repugna todo lo que ve, cuando no puede más estalla, pero siempre se cierne la amenaza sobre él y su familia. Aunque Latif y su padre encarnan una concepción moral de la vida, la película es devastadora, muy dura, y ofrece una mirada absolutamente deplorable del régimen iraquí, justificando a todas las luces la intervención estadounidense.
El trabajo de Dominic Cooper, que encarna a Uday y a Latif, es brillante, muy por encima de la recreación de Sadam padre.
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Juan Orellana
Ficha técnica:
The devil’s double
Dirección:Lee Tamahori.
Bélgica y Holanda, 2011
Duración: 109 min.
Género: Biopic, drama, thriller
Interpretación: Dominic Cooper (Uday Hussein / Latif Yahia), Ludivine Sagnier (Sarrab), Raad Rawi (Munem), Mimoun Oaïssa (Ali), Khalid Laith (Yassem), Philip Quast (Sadam Hussein / Faoaz), Nasser Memarzia (padre de Latif).