Crítica

Público recomendado:  + 16

Con el título original, The Phantom of the Open, llegará en breve a nuestras pantallas aspectos de la vida intensa y vivida plenamente de Maurice, junto a su familia. La ha hecho posible el director inglés Craig Roberts (Negro como la noche, Un juego de caballeros, Just Jim, Belleza eterna), con el guion de Simón Farnaby, según el libro del propio Farnaby y de Scott Murray.

La verdadera historia de Maurice Flitcroft, al que da vida Mark Rylance: (El Puente de los espías, Caza al asesino, Bliz, El juicio de los 7 de Chicago), un padre de familia y operador de grúa en un pequeño pueblo inglés, que ve peligrar su puesto de trabajo debido a la inestabilidad económica del país. Tras ver un partido de golf televisado, Maurice se enamora del juego y decide entrenar y participar en el torneo más importante del mundo, el Open Británico. Un plan maestro que tiene un único problema: Maurice no ha jugado al golf en su vida.

Junto con su mujer ha tenido tres hijos, uno de los cuales, el mayor, no acepta a su padre, el cual siempre está dispuesto a encarar la vida positivamente, tal y como él la ve. Dado que el trabajo en el puerto desciende preocupantemente, Maurice intenta otras vías para sacar adelante a su familia, y no se le ocurre otro planteamiento que apuntarse al campeonato de golf británico.

Dicho y hecho, Maurice se marcha a Inglaterra con sus hijos gemelos, y ni corto ni perezoso allí intentará todas las vías para ganar la competición, pero no llegará a ello, porque, a pesar de haber entrenado concienzudamente, tendrá que aceptar el fracaso y volver a casa.

Este filme es un auténtico alegato de alguien, Maurice, siempre dispuesto a ver el lado bueno de las cosas. En eso es un campeón y, junto a su mujer Sally: (La forma del agua, Belleza eterna, El chico que salvó la Navidad), intentan inculcar a sus hijos una forma positiva y esperanzada de abordar la realidad. Maurice nunca se queja y siempre vive enganchado a mirar el lado bueno de la vida, aunque sea complejo y enmarañado. No se pierdan esta película por nada del mundo, pues no hay muchos filmes actualmente que encaren la vida con pasión y esperanza.

El Gran Maurice es una pequeña y amigable película que puede que algunos la califiquen de simple y llana, pero que tiene una considerable dosis de encanto para el público (…) y funciona mejor cuando se enfoca en la relación entre el marido y su mujer”.