Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Green Room

Caratula de "Green Room" (2016) - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: Adultos

Con una paupérrima distribución, al menos en lo que a España se refiere, llega el segundo largometraje del director Jeremy Saulnier, quien provocó un considerable revuelo con su anterior largometraje, Blue Ruin. Aquella era una cinta sobre un vagabundo que ejecutaba una singular venganza pero estaba muy bien hecha y además permitía muchas lecturas. Para su siguiente propuesta, un poco abrumado por el éxito –al menos en circuitos independientes y en un buen puñado de festivales-, Saulnier ha tomado conscientemente por un camino menos pedregoso y más susceptible de aglomerar a su alrededor a una mayor cantidad de público.  Por esta razón, Green Room es una película mucho más plana pero no por ello menos interesante.

El film nos cuenta las correrías de un grupo de música punk que sobrevive como puede dando conciertos donde le dejan. Un día acceden a dar uno en una sala frecuentada por neonazis (cosas que solo pasan en las películas) pero a pesar de las tensiones, salen de una pieza. Sin embargo, un estúpido olvido provocará que uno de los músicos sea testigo de un asesinato a manos de los skinheads y a partir de ahí, a jugar al gato y al ratón.

Green Room no engaña a nadie y tal vez por esto resulta un poco previsible. Uno se huele, por poco que sepa de su sinopsis, lo que va a pasar durante la mitad del metraje y la otra mitad se la va oliendo poco a poco. Sin embargo, Green Room, si uno está acostumbrado a determinado grado de violencia, se aguanta muy bien gracias a las labores de su director y guionista, Jeremy Saulnier.

Sus personajes resultan verosímiles y aún sin tener particularidades con las que uno se pueda identificar con facilidad, no es complicado entrar en el juego, sentir la tensión y por tanto generar empatía con ellos. Por otro lado Saulnier se nota que conoce muy bien el género aunque asegure que no había visto Asalto a la comisaría del distrito 13 (una cinta con la que comparte más de un punto en común) hasta después del estreno de Green Room. Cierto o no, no me cabe la menor duda de que Saulnier no es tonto y que ha visto suficiente cine de terror (aunque su película no sea exactamente eso) si no, su ópera prima no habría sido la delirante Murder Party (2007) y más aún, Blue Ruin habría sido muy distinta.

Hay un buen cineasta detrás de Green Room aunque aquí haya tomado el camino fácil sobre todo porque aun así, el film que nos ocupa es una película que está muy bien.

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad