Crítica:
Público recomendado: Mayores de 13 años
Thriller de los 90 de original planteamiento aunque pasa por todos los lugares comunes del género tales como jugar al falso culpable o mantener la duda sobre la identidad del asesino hasta el final. Christopher Lambert no ayuda demasiado, pues es un actor bastante limitado. Sin embargo, es muy entretenida y logra su objetivo de mantener el suspense hasta el final.