Crítica
Público recomendado: +12
Película estrenada en plataformas
Un agente de la CIA es enviado a Chicago, para vigilar los movimientos de la mujer e hija de un traficante de armas asesinado. La CIA teme que el hermano del traficante asesinado trate de hacerse ahora con un arma nuclear, por lo que manda a uno de sus mejores agentes, JJ, a vigilar a la viuda y su hija de 9 años.
Peter Segal, Jefa por accidente (2018), La gran revancha (2013), Superagente 86 (2008), 50 primeras citas (2004), vuelve con una película de acción y comedia, familiar y con pinceladas románticas, que resulta divertida y entretenida en su conjunto, sin tener mayores pretensiones.
Las secuencias de acción están ejecutadas con la pericia de quien ha logrado un buen oficio tras años escribiendo, dirigiendo y produciendo acción para cine y televisión. La historia resulta amena, divertida y con un ritmo trepidante en la resolución final.
El agente JJ acaba involucrándose personalmente con la familia a la que debe investigar, y muy especialmente con la pequeña Sophie, de nueve años, que despertará en el rudo oficial su parte más humana, recordándonos en algunos momentos la trama de El profesional (Luc Besson, 1994). En aquella película Léon (Jean Reno) enseñaba a disparar a Mathilda (Natalie Portman) porque la niña quería vengarse de los asesinos de su hermano, a cambio, la pequeña cocinaba y enseñaba a leer al asesino a sueldo. En esta, JJ enseñará a Sophie cómo ser una espía a cambio de que la niña no revele su verdadera identidad.
Hay una divertida trama entre el protagonista y su asistente Bobbi, quien está completamente embelesada con el agente JJ, tanto por su profesionalidad como por su persona. La afinidad, sin embargo, no es recíproca, y todo nos recuerda a la protagonista de otra película: la divertida agente Lucy en Gru, mi villano favorito 2.
Una historia entretenida, con dosis de acción, comedia, romance, y algunos episodios violentos, que la hacen menos apropiada para los más pequeños de la casa.