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La mujer del espía

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +16

El director japonés Kiyoshi Kurosawa no baja su ritmo en la dirección de nuevas películas (To the ends of the Earth, 2019; Foreboding, 2018; o Before we vanish, 2017) y llega a España su última obra: La mujer del espía (2020), ganadora del premio a la Mejor dirección en el Festival de Venecia 2020. En esta película nos encontramos con un un thriller histórico ambientado en las vísperas de la II Guerra Mundial. El matrimonio formado por Yusaku (Issey Takahashi) y Satoko (Yu Aoi) pasa de tener una vida tranquila y acomodada en Kobe, a convertirse en traidores de la patria tras descubrir los terribles actos que se están llevando a cabo por la nación japonesa, en un viaje que realiza Yusaku a Manchuria en 1940. Ambos emprenderán un difícil viaje para intentar que se haga justicia antes de que sea demasiado tarde.

Una vez realizada esta breve sinopsis, podemos centrarnos en el tema principal que trata la película, más allá de todo lo que se pueda decir sobre la trama y el estilo típico del suspense del cine de espías con carga romántica. Lo que hace especiales a nuestros protagonistas, y a la película en sí, es el  valor del juicio moral que hacen sobre la situación en la que se ven comprometidos. Yusaku, en primer lugar, al descubrir los crímenes que está cometiendo su nación, y Satoko, como esposa que ama a su marido y que, gracias a él, se da cuenta de que hay una justicia universal que va más allá del amor a la patria y que le llevará a jugarse la vida por un bien mayor. Ambos aceptan, incluso, quedar expuestos como traidores si llegan a ser descubiertos. El espectador, sin duda, debe realizarse esta pregunta «¿qué haría yo si estuvieras en su lugar?». El aspecto sociopolítico de la sociedad japonesa de aquellos años queda muy bien reflejado en el filme.

En cuanto a los aspectos más técnicos no hay nada que destacar, pues se trata de un rodaje clásico en el que los planos fijos son los más utilizados para no descentrar al espectador del argumento de la película. El comienzo es un tanto lento, pero va aumentando la tensión poco a poco, según se va descubriendo la trama y así consigue tomar un buen ritmo. Sí cabe una mención especial al diseño del vestuario, que está muy bien logrado. Por otra parte las interpretaciones de los actores no están a la altura y esto impide conectar con el espectador, algo necesario tratándose de un drama.

En definitiva, es una película sugerente por el problema que plantea y que trata de un modo elegante lo que la hace asequible para un público amplio y que da para un debate posterior interesante.

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