Crítica:
Público recomendado: Mayores de 7 años
Portentosa cinta bélica de producción británica ambientada en la época de la Guerra de Crimea (mediados del XIX) en la que intervino la flor y nata del cine británico de los años 60 capitaneados por un Trevor Howard que, como ya hiciera en Rebelión a bordo, logra dar vida a un ser repulsivo y vituperable incapaz de sentir nada ante el sufrimiento humano en aras de un código moral del ejército. El resultado es una película de ambienta absolutamente redonda donde todos y cada uno de los actores y de las escenas bélicas la sitúan a la altura del mejor cine británico. Los códigos de honor del Ejército son los que mueven a los personajes a conducirse de un modo u otro. Hasta el odioso Lord Cardigan cree estar comportándose correctamente, lo que sitúa el debate moral dela cinta en un relativismo total. Con todo, la Justicia impera al fin, y cada uno recibe lo que de verdad merece.