Crítica
Público recomendado: +18
En un momento en el que la comunicación digital conecta virtualmente personas, culturas, países; en la era de las reuniones por team, zoom o cualquier plataforma en línea; en nuestra época de la nostalgia por las relaciones reales…llega esta original y valiente propuesta de Morales y Duplass.
Cuando el marido de Adam le regala 100 clases semanales de español y sin avisar, éste no sabe cómo o dónde encajar este nuevo elemento en su estructurada vida. Pero cuando una inesperada tragedia lo pone todo del revés, Adam decide ir a las clases, desarrollando un complejo vínculo emocional con la profesora.
La película pone de relieve las carencias de las relaciones on line, como generadoras de pantallas-máscara, o creadoras de mundos paralelos o falsas imágenes, pero también la saturación de prejuicios que podemos tener al hacernos un retrato robot imaginario de alguien al que sólo vemos en remoto.
Pero también rompe una lanza sobre dos cuestiones que me parecen muy importantes: una, que expresar emociones nos conecta con el otro, aunque puede hacernos vulnerables; y la otra, que también se puede ser empático en la era multimedia por mucha distancia física que exista entre las personas.
Una película sencilla, en formato zoom, que subraya cómo finalmente quererse es rozarse, lograr la presencia y la cercanía.