Crítica
Público recomendado: Adultos
Sorprende por ser inusual en el cine español relativo a los millennials (generación nacida a partir de 1980) que abran sus costuras personales para quedarse emocionalmente desnudos y compartir sus miedos e inseguridades. Con Litus, el director Dani de la Orden (Luciano, Desmontando a Leonardo, El pregón…) ha conseguido convencer a un elenco de ellos a que desabrochen sus “armaduras” y nos regalen un sincero ejercicio dramático de sus vidas.
Con guion de Marta Buchaca y del propio director catalán, Litus relata el encuentro de varios amigos que se reúnen para hablar sobre cómo han vivido los tres últimos meses, tras el suicidio de uno de ellos, Litus, que da nombre al filme. Una carta dirigida a cada uno ellos, que había escrito el finado, y que tiene en su poder Toni (Quim Gutiérrez: 3 bodas de más, Los últimos días, Una hora más en Canarias, Sangre de mayo…), hermano del muerto y que entrega a cada uno de los componentes del grupo, destapa los secretos más íntimos, las tensiones y las afrentas más escondidas durante años en el grupo.
Aunque el inicio de la reunión se desarrolla con conversaciones intrascendentes y aludiendo a “lugares comunes”, poco a poco la lectura que cada uno va compartiendo con el resto empieza a denotar las fisuras más veraces que se abren en el interior de cada uno de los convocados, que llega a ser un docudrama de cómo el amigo que se marchó voluntariamente —imbuido en el síndrome de Peter Pan (tan extendido entre los treintañeros)—, dejándolos, supone para ellos un dolor, pero también un reconocimiento de la orfandad (más en el caso de Quin que en el resto) en la pandilla.
Dani de la Orden ha optado, y hay que agradecérselo, que no haya cerrado en falso el encuentro de los amigos de Litus, decantándose por parlamentos insustanciales, máxime porque todos ellos, en mayor o menor medida, estaban deslumbrados por la personalidad del suicida y no entienden, al tiempo que le reprochan, su modo de marcharse. En este sentido, es Quin, su hermano, quien más duro es con él, por haberle dejado sin su compañía, pero el resto no le andan a la zaga.
Destacar el trabajo de De la Orden con los actores a los que ha sabido implicar en su proyecto, obteniendo de ellos su mejor carga dramática. Relevante es en esos primeros planes de estos la fotografía de José Luis Bernal y la banda sonora de Iván Ferreiro y Dani Trujillo.
El nuevo filme del director catalán nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida y como vivirla, amarla y, también, en cómo sufrirla, y nos aleja de soluciones festivas facilonas con que se han abordado en otras ocasiones en el cine español este hecho terminal y esencial.
Por eso damos una bienvenida afectuosa a Litus y esperamos que marque un camino en el cine español venidero.