Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Malasaña 32

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +18

No es la primera vez que el cine español trata de hacerse un hueco en el género de terror aunque siempre ha ido a rebufo de los éxitos del extranjero. Si en los 60 nuestras películas de terror tenían como referente la productora británica Hammer Films en la actualidad los modelos que emplean nuestros cineastas para abordar el género parecen estar encajados en la tan venerada década de los 80. Ver Malasaña 32 es como acercarse a una nueva lectura de Al final de la escalera o sobre todo Poltergeist. Del mismo modo, la primera película en solitario de Alberto Pintó es imposible no contemplarla sin acordarse constantemente de Verónica, que hacía más o menos lo mismo aunque sus resultados fueran sensiblemente distintos, en aquel caso, un poco para mejor.

Malasaña 32 nos cuenta la historia de una familia que deja el campo para ir a vivir a la gran ciudad por oscuras razones. Al parecer la cosa va de dinero y nuevas oportunidades pero después veremos que esto no es exactamente así. Muchos han querido ver en Malasaña 32 una lectura política sobre una sociedad que salía del ostracismo de la dictadura pero no se engañen, la película de Pintó es un largometraje de terror y punto. Uno puedo ver un apunte aquí y allá pero son solo eso, notas al pie.

De hecho, como película de terror Malasaña 32 es correcta y efectiva pero no aporta nada nuevo. Asistimos a la consabida exposición de clichés propios del cine de terror donde no parece que falte nada, tenemos desde el gruñido imperceptible hasta los golpes de sonido. Como manual de cómo hacer una película de terror correcta Malasaña 32 es todo un ejemplo pero que nadie quiera ir más allá.

Álvaro Pintó se dio a conocer con la singular Matar a Dios, un film que buscaba provocar cierto revuelo pero que se quedó en tierra de nadie. Es verdad, eso sí, que Pintó y conoce los resortes y los trucos del género, sino la película no funcionaría, y como tal funciona, el problema es que no se atreve a desarrollar las herramientas de las que se sirve.

Además, hay que dejar en la puerta de la sala de cine nuestras creencias y expectativas porque el film discurre por senderos complicados que sobre todo, y al contrario que Verónica, termina apostando por el fantástico puro y duro. A buen seguro, su final contentará a unos como disgustará a otros. Aquí no hay término medio. No hay nada más complicado que rematar bien una película de terror y Malasaña 32 corre un riesgo en este sentido, en tanto se aleja del realismo con el que se ha presentado en sus primeros minutos para hundir sus raíces en la media hora final en el puro delirio.

Están avisados. Como película de mero entretenimiento funciona. No es aburrida y cumple con los mínimos. Pero quien vaya buscando una propuesta nueva y atrevida que se quede en casa.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad