Crítica

Público recomendado: +13

En Operación Fortune: El gran engaño, el superespía Orson Fortune  (Jason Statham) es contratado para una nueva misión tras producirse el robo de una nueva y mortífera tecnología armamentística que puede alterar el orden mundial. A él se unen un hábil equipo de agentes encubiertos: Sarah (Aubrey Plaza), experta en tecnología y mujer fatal, y JJ (Bugzy Malone), un experto francotirador. Además, chantajean a una de las mayores superestrellas de Hollywood, Danny Francesco (Josh Hartnett), como cebo para impedir que el traficante de armas multimillonario Greg Simmonds (Hugh Grant) proporcione dicha tecnología.

Esta es la nueva propuesta de cine de espías y acción del realizador Guy Ritchie, cuyo argumento incluye elementos que son fácilmente atribuibles a su director: una misión que lleva a recorrer el mundo (España, Turquía, Qatar) y sus habituales giros en la trama, bastantes predecibles en este caso.

Ritchie, junto a sus coguionistas habituales Ivan Atkinson y Marn Davies, intentan que Fortune presente algunas peculiaridades que ofrezcan un nuevo matiz a los papeles que suele interpretar Jason Statham, presentándole como una especie de tipo duro “sibarita” que gasta el dinero de la empresa en vinos caros, aspecto que resulta bastante prescindible.

En general, es el trabajo de los actores el que salva las lagunas y deslices del guion. Aunque es cierto que en otras cintas se expone a situaciones mucho más tensas y extremas, Statham no defrauda, el actor brilla como siempre en su hábitat natural y para nada decepciona en el apartado de las escenas de acción. Plaza, por su parte, pese a no contar con diálogos especialmente ingeniosos, es capaz de resaltar entre tanta testosterona, gracias al talento de una de las mejores actrices de comedia estadounidenses del momento. Hartnett también ofrece un aceptable retrato de la típica celebridad de Hollywood, tan famosa y vanidosa como insegura y manipulable. Finalmente, la más destacable es la interpretación de Hugh Grant que, repitiendo el papel de villano (como ocurría en The Gentlemen: Los señores de la mafia de 2019), demuestra que este rol se está convirtiendo ahora en su fuerte.

La película recuerda que atrás quedaron las comedias policíacas de Guy Richie, tales como Snatch. Cerdos y diamantes (2000) o Lock & Stock (1998), que le brindaron la reputación y las rentas de las que parece seguir viviendo. No obstante, sí es cierto que más recientemente, The Gentlemen… no fue un gran éxito de crítica, pero sí entre el público y que Despierta la ira (2021), aunque poco original, puede resultar casi notable.

En conjunto, Operación Fortune… es bastante formulista y queda claro que sus creadores se centran solo en entretener al público. Por mucho que Simmonds se empeñe, no existe romance entre él y Sarah, ni tampoco hay más reflexiones o mensajes subyacentes. Sí que sorprende que en plena guerra de Rusia y Ucrania “los malos” sean precisamente ucranianos, aunque algo se ha comentado sobre que el motivo del retraso de su estreno fue precisamente este hecho tras el estallido del conflicto.

Está claro que el director británico ha encontrado una fórmula simple que parece funcionarle y, si las expectativas son bajas, el espectador puede sentirse satisfecho con esta propuesta de acción desbordante, comedia fácil y un gran despliegue de localizaciones y actores.

Larissa L. Delgado