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Por tus muertos

Crítica

Público recomendado: +18

Errática y muy floja comedia que intenta tener tintes de musical, con tres canciones insertadas a matacaballo. Sayago Ayuso (nada que ver con la presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque la misma comunidad ha participado) “dirige” a un reparto liderado por José Mota, y lo ponemos entre comillas porque parece que cada uno va por libre, intentando encontrar su hueco en este desastre.

Los ‘Metralla’ fueron un grupo de rock de finales de los 80 que consiguieron un gran éxito con su primer y único LP, titulado ‘Por tus muertos’, pero justo antes de alcanzar la gloria se disolvieron. Treinta años después, Miguel, uno de los componentes de la banda, todavía sigue soñando con ser una estrella del rock and roll. Ordúñez, un famoso comunicador radiofónico del rock, le ofrece dar un concierto en el Palacio de Madrid, pero con la condición de que reúna a los componentes originales de la banda.

Con esa premisa al más puro estilo ‘Granujas a todo ritmo’ (volver a juntar a la banda para resucitar los días de gloria) Ayuso intenta montar una comedia con tintes de ‘road movie’ y falla estrepitosamente ya que ni José Mota, uno de los mejores humoristas que tiene este país, logra arrancar risas. Sí es cierto que su caracterización a lo Fito de Fito y Fitipaldis está lograda y la temática alcanza que tengamos cierta añoranza por los dorados años 80 y los sonidos metálicos del rock, pero en general todo está forzado.

Y podría decirse en cierto momento “mira, un momento de fe, de reconciliación con Dios”, pero es que dicha secuencia acaba siendo nada, aunque se ha intentado hacer sin faltar al respeto con el Santo Sacramento de la Confesión, pero tampoco funciona.

Lo peor es que lo que al principio parece una mirada de cariño hacia el matrimonio en realidad acaba siendo una oda a la ruptura: si éste hace aguas y tu marido es un cero a la izquierda (nuevamente la ideología de género hace acto de presencia: él malo, ella buena), pues en lugar de hablar y solucionar las cosas rompes con él, lo mandas todo al carajo (con perdón de la expresión) y ejerces tus inexistentes “derecho a ser feliz y a rehacer tu vida”.

Por salvar algo, al menos se entiende lo que dicen los actores, y ni siquiera se puede salvar del todo porque para la cantidad de blasfemias que sueltan, casi mejor ni haberles entendido.

Miguel Soria

https://www.youtube.com/watch?v=damoV0fIWgI&pp=ygUPcG9yIHR1cyBtdWVydG9z

 

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