Crítica
Público recomendado: +13
Secuela de la exitosa Spider-Man: Un nuevo universo, que supuso un soplo de aire fresco para la saga del super héroe arácnido de Marvel no solo por su gran guion sino por una animación deslumbrante que mezclaba estilos muy diversos.
En esta cambia la dirección pero se mantienen como productores y guionistas Phil Lord y Chris Miller, responsables de La Lego Película (por cierto, película muy recomendable). Nuevamente tenemos una animación de primerísima calidad donde abundan los efectos estilo cómic con viñetas, palabras en mayúsculas en plena pantalla y todo tipo de guiños a los fans.
La Mancha, nuevo villano, amenaza con poner patas arriba todo el mundo de Miles Morales, el nuevo Spider-Man. Este ser es capaz de crear portales que transportan en el espacio a las personas y los objetos, sembrando así el caos. A todo esto se suma la reaparición de Gwen Stacy, quien le explica a Miles que ahora deben proteger el multiverso de una grave amenaza, la cual también pondrá contra las cuerdas a Miles ya que se verá obligado a redefinir lo que significa ser un héroe para poder salvar a la gente que más quiere.
Perdida la sorpresa de la primera película, los guionistas y los nuevos directores han optado por la absoluta espectacularidad ya desde el primer fotograma. La animación es, sencillamente, sublime, con miles de detalles que dejan ver el enorme cariño y respeto que tienen no solo por los cómics sino por las series y películas que hemos visto hasta la fecha, lo que permite cameos geniales.
Sin embargo el filme, entretenidísimo, está artificialmente alargado (más de 140 minutos) y tiene algunos momentos de bajón que rompen el ritmo. Eso no quita para que tengamos mensajes muy positivos sobre la capacidad de superación, la asunción de responsabilidades, la madurez y, como constante en la saga, la más importante: la familia. Porque Miles está siempre apoyado por sus padres aunque estos no le acaben de entender, y a su vez éste siente un gran respeto y cariño hacia ellos a pesar de tener que mentirles para protegerles.
Queda, en general, una película no tan redonda como la anterior pero desde luego muy divertida, con un final inesperado que sorprenderá al respetable.
Miguel Soria