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Una botella en el mar de Gaza

Una botella en el mar de Gaza

Público recomendado: Jóvenes, Adultos

En la última década, numerosas películas han afrontado el conflicto palestino-israelí desde perspectivas sugerentes, que humanizan el duro debate político-social. Cabe recordar el excelente documental “Promises”, de Justine Shapiro, B.Z. Goldberg y Carlos Bolado, y las ficciones “Oh, Jerusalén”, de Elie Chouraqui; “Ajami”, de Scandar Copti; “Los limoneros”, de Eran Riklis; “Zona libre”, de Amos Gitai; o “Domicilio privado”, de Xaverio Costanzo. Ahora hay que añadir a esa lista la coproducción franco-canadiense-israelí “Una botella en el mar de Gaza”, del realizador televisivo francés Thierry Binisti (“L’outremangeur”), que adapta la novela epistolar de la judía francesa Valérie Zenatti, inspirada a su vez en diversas experiencias autobiográficas.

Septiembre de 2007, durante una época de especial tensión entre Israel y los Territorios Palestinos. Tal (Agathe Bonitzer) es una inquieta adolescente parisina, de ascendencia judía, que vive en Jerusalén con sus padres (Smadi Wolfman y Jean-Philippe Ecoffey) desde hace unos años. Tras ser testigo de un sangriento atentado en el Café Hillel, Tal se obsesiona por entender el porqué de tanto odio y violencia. Así que pide a Eytan (Abraham Belaga), su hermano militar, que arroje al mar de Gaza una botella donde ella ha escondido un mensaje manifestando su interés por contactar por e-mail con algún palestino que le explique su punto de vista. Al poco, recibe la respuesta de Naïm, alias “Gazaman” (Mahmoud Shalaby), un joven palestino con el que emprende una conmovedora amistad por Internet. Binisti desarrolla una puesta en escena naturalista de gran eficacia dramática, tanto en los pasajes intimistas como en las impactantes secuencias ambientales de violencia y tensión, resueltas con un brillante empleo de la cámara en mano, el fuera de campo y el sonido ambiente. Pero donde realmente se luce el cineasta francés es en su rigurosísima dirección de actores —con la que logra que todos los actores maticen al máximo sus interpretaciones— y en el guión que ha coescrito con la novelista Valérie Zenatti, de ágil ritmo narrativo, muy veraz en sus diálogos y enormemente equilibrado en el reparto de grandezas y miserias entre los contendientes. Se agradece, además, que hayan optado por la esperanza en lugar de por la denuncia trágica, y sin caer en complacencias sensibleras, sino con un rotundo realismo en la interacción de luces y sombras, aunque abierto a la capacidad de espíritu crítico, perdón y superación del ser humano. En este sentido, merece un elogio especial el respetuoso tratamiento que da la película a la sincera religiosidad de varios personajes, tanto palestinos como judíos.

 Jerónimo José Martín

 

Ficha ténica:

 

Título original: Une bouteille à la mer. 

Dirección: Thierry Binisti. 

Francia, Israel y Canadá, 2011

Duración: 99 min. 

Género: Drama

Interpretación: Agathe Bonitzer (Tal), Mahmoud Shalaby (Naïm), Hiam Abbass.

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