Crítica
Público recomendado: Jóvenes y Adultos
Esta estupenda película se basa en un suceso real ocurrido en Francia: el juicio de Jacques Viguier, acusado de asesinar a su mujer en el 2000. La sentencia fue de absolucuón, pero diez años después se reabre el juicio ante un tribunal de apelación. El prestigioso abogado Dupond-Moretti defenderá a Viguier a petición de Nora, una amiga de la familia convencida de la inocencia del acusado.
Película judicial, formidablemente resuelta, y cargada de matices y sutilezas. Su director Antoine Raimbault afronta con éxito su opera prima, gestionando con maestría el suspense, claramente inspirado en el maestro del mismo, Alfred Hitchcock. La película huye de lugares comunes, y aunque tiene algún defecto de primerizo, como algún elemento abrupto en el guion y algún exceso narrativo, el conjunto es sobresaliente. Además del contenido humano de la cinta, la película toca, cómo no, importantes cuestiones judiciales, referidas a la objetividad y subjetividad de los procesos, los jurados, los testigos… dejando clara la importancia del sentido de responsabilidad y la lealtad a la propia conciencia.
Destaca la interpretación de Marina Foïs en el papel de la infatigable Nora y del actor de reparto Olivier Gourmet encarnando a un abogado tremendamente realista, y que tiene un parlamento final memorable. Una película “de juicios” de gran altura.