Crítica
Público recomendado: Todos
Con guion y dirección de José María Zavala, se estrena un documental sobre san Juan Pablo II titulado Wojtyla. La investigación, con la que el también periodista y escritor aumenta con esta otras semblanzas cinematográficas de contenido religioso como han sido las de El misterio del padre Pío (2018) y Renacidos (2019).
En esta ocasión el colaborador de Cuarto Milenio aborda distintos aspectos de la vida del Papa Wojtyla, como son el atentado en 1981 perpetrado por Ali Ağca, quien disparó cuatro veces, hiriéndole gravemente, cuando el Pontífice recorría la plaza de San Pedro; momentos de la vida sufriente que vivió Wojtyla en su país natal como fueron la invasión nazi o el régimen comunista que se mantuvo en su país hasta 1989 y por el que él estuvo siempre vigilado por la policía. Se aportan también testimonios de dos exorcismos realizados por él, milagros a través de su intercesión y encuentros de viajes por distintos países del mundo.
En el documental, Zavala destaca como el sufrimiento recorrió la vida de Karol Wojtyla. Pronto moriría su madre (1929), siendo él un niño, más tarde fallecería también uno de sus hermanos, Edmun, médico (1932) y pocos años después su padre (1941), bajo la ocupación de su país por Alemania. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial padeció el férreo sistema soviético. Era sometido a la vigilancia continua por parte de la policía. Zavala entrevista a uno de los responsables del Instituto de Memoria Nacional quien desvela que están recogidos 7 kilómetros de documentos sobre la vigilancia a que sometían a Wojtyla, y que entre otros datos se especifican “la marca de su ropa interior” y de los cosméticos que utilizaba, así como quien le lavaba la ropa. En esos archivos era conocido con el nombre en clave de “Pedagog”.
Aunque el atentado de Ali Ağca fue el más sonado y de consecuencias más graves para su salud, Zavala expone otros menos conocidos como el de Fernando Álvarez de Tejada (enero de 1979) en la basílica de Guadalupe; el de 1981 en Karachi, que explotó una bomba cerca de donde el Papa celebraba la Misa; el abordado por un sacerdote desequilibrado, en Portugal, que portaba una bayoneta con la que alcanzó al pontífice de refilón en un pie; o la información de los servicios secretos británicos que alertaron a la Santa Sede de intentos de envenenarlo.
Zavala recoge también testimonios de sus milagros en un buen número de personas, desde el experimentó in extremis de un sacerdote que, a punto de morir por el ataque de varios delincuentes, pidió gritando la ayuda de san Juan Pablo II y estos salieron corriendo al oírlo; o las curaciones de bebés en el seno materno tras habérseles diagnosticado enfermedades graves a sus padres y sugerirles el aborto, que estos denegaron, que, finalmente, nacieron con leves o ninguna malformación en los susodichos.
En los algo cerca de 80 minutos del documental, también se subrayan distintas conversiones gracias a la mirada penetrante del Papa polaco, así como su vida radicada en la oración y la mortificación (a veces dormía en el suelo y se flagelaba).
Con toda la información, Zavala ha sabido exponer un perfil relevante –también en su potente y cercana humanidad- de la vida uno de los hombres, Karol Wojtyla, más relevantes del siglo XX, que moriría en Roma en 2005 tras una vida entregada a su misión de Pastor.