Crítica:
Público Recomendado: Mayores de 18 años
En plena cumbre de su carrera, Charles Bronson da vida a este fuera de la ley, forzado a vivir al margen de ella, por las terribles circunstancias sufridas. La cinta obedece a todas las claves del género policial de los años 70 y mantiene el pulso hasta la última toma. Sin embargo, la pretendidamente violenta escena de la violación múltiple de que es víctima la empleada de hogar, es tan absolutamente enfática a innecesaria, que produce todo el rechazo por parte del espectador. El mérito de la película, como todas en las que el protagonista es el justiciero, el espectador logra empatizar con él y perdonar, de alguna manera, todas sus faltas, sus crímenes y mayores miserias. Así, la cinta acaba justificando la violencia, de un modo agnóstico y frío, como si nada de lo que hiciera ninguno de los personajes fuera a salvarlo.